No soy lo que debería ser: ¡ah, ¡qué imperfecto y deficiente! No soy lo que deseo ser; aborrezco lo que es malo, y me apego a lo que es bueno. No soy lo que espero ser: pronto dejaré de lado la mortalidad, y con la mortalidad todo pecado e imperfección. Sin embargo, aunque no soy lo que debería ser, ni lo que deseo ser, ni lo que espero ser, puedo decir verdaderamente que no soy lo que una vez fui; un esclavo del pecado y de Satanás; y puedo unirme de corazón al apóstol, y reconocer: “Por la gracia de Dios soy lo que soy”.
No soy lo que debería ser
No soy lo que debería ser
No soy lo que debería ser
No soy lo que debería ser: ¡ah, ¡qué imperfecto y deficiente! No soy lo que deseo ser; aborrezco lo que es malo, y me apego a lo que es bueno. No soy lo que espero ser: pronto dejaré de lado la mortalidad, y con la mortalidad todo pecado e imperfección. Sin embargo, aunque no soy lo que debería ser, ni lo que deseo ser, ni lo que espero ser, puedo decir verdaderamente que no soy lo que una vez fui; un esclavo del pecado y de Satanás; y puedo unirme de corazón al apóstol, y reconocer: “Por la gracia de Dios soy lo que soy”.