Hace aproximadamente un poco más de dos milenios, una mujer se coloca sobre sus hombros su cántaro para ir a recoger agua. Respira profundamente y sale con precaución de las sombras de su casa hacia la luz brillante de la calle. Era alrededor del mediodía, y ella había planificado el momento exacto para salir y evitar las miradas escrutadoras y las malas lenguas de sus vecinos que ya habían estado temprano en los alrededores del pozo.
Vestidos por su Gracia
Vestidos por su Gracia
Vestidos por su Gracia
Hace aproximadamente un poco más de dos milenios, una mujer se coloca sobre sus hombros su cántaro para ir a recoger agua. Respira profundamente y sale con precaución de las sombras de su casa hacia la luz brillante de la calle. Era alrededor del mediodía, y ella había planificado el momento exacto para salir y evitar las miradas escrutadoras y las malas lenguas de sus vecinos que ya habían estado temprano en los alrededores del pozo.